Aun cuando el peligro sísmico se considere bajo en su sitio, es importante comprender la historia sísmica del lugar para reconocer la posibilidad de que un terremoto pueda afectar de nuevo a la región. En muchos países, es posible conocer la historia sísmica a partir de registros históricos escritos. Puede parecer improbable que un gran terremoto tenga lugar a cientos de kilómetros del límite de una placa tectónica en zonas con bajos niveles de tensión en la corteza causada por los movimientos tectónicos. Sin embargo, dichos terremotos se han producido en el pasado, y es importante comprender la historia sísmica de un lugar antes de decidir la ubicación de un proyecto y empezar a diseñar las estructuras.
La memoria colectiva y los relatos históricos sobre los sismos pueden proporcionar información útil para complementar los estudios científicos. El registro de terremotos utilizando instrumentos científicos comenzó tan solo alrededor del año 1900. En muchas zonas, han transcurrido siglos entre sismos de envergadura, lo que significa que los registros instrumentales ofrecen una imagen incompleta del peligro. Los científicos que estudian los terremotos utilizan otras herramientas: investigan fallas en las que se producen sismos, miden el lento movimiento de las placas tectónicas, y buscan los rastros geológicos dejados por antiguos terremotos.
La mayor parte de los países que se encuentran en las zonas de peligro sísmico tienen mapas que muestran la intensidad de los temblores en todo el país prevista por los científicos. El código de construcción o las normas que rigen los diseños resistentes a sismos incluyen normalmente estos mapas, o estos pueden obtenerse en el organismo gubernamental responsable de las ciencias geológicas o de la gestión de emergencias. Los mapas de peligros incluidos en los códigos de construcción ofrecen información suficiente para diseñar adecuadamente edificios y otras estructuras típicas. Para instalaciones críticas como grandes embalses, centrales eléctricas o hospitales, es preciso hacer un análisis más detallado para determinar el nivel esperado de sismos en dicho lugar. Los ingenieros necesitan esta información adicional para diseñar adecuadamente las instalaciones.
Los terremotos pueden causar peligros secundarios que incluyen incendios, desprendimientos de tierras, inundaciones (desencadenadas por el derrumbe de presas y diques, la ruptura de lagos glaciares o ríos bloqueados por desprendimientos de tierras) y tsunamis en zonas costeras. Solicite información sobre estos peligros al organismo gubernamental responsable de la gestión de emergencias. Pueden existir mapas que describan la amplitud de la inundación por un tsunami, la licuefacción o el desprendimiento de tierras. Los registros históricos también pueden contener relatos de casos de peligros secundarios derivados de terremotos en el pasado. Saber sobre el peligro potencial de que se produzca un tsunami es esencial en zonas costeras con un riesgo alto, medio o bajo de terremoto.
Los terremotos desencadenados o inducidos por la actividad humana no están incluidos en estos niveles de peligro. Los casos de "sismicidad inducida" y sus causas se registran en http://inducedearthquakes.org/.